El sistema federal de impuestos sobre la renta tiene el propósito de reducir las desigualdades raciales, pero con frecuencia no alcanza a apoyar la prosperidad de todas las familias y termina por empeorar las disparidades por raza, asegura un estudio del Urban Institute (UI).
El reporte destaca que “durante siglos las personas de color en Estados Unidos han sido excluidas de vías cruciales de oportunidades y movilidad ascendente, lo que ha resultado en profundas desigualdades raciales en materia de riqueza e ingresos”.
Los investigadores consideraron que reformas al crédito tributario por hijos, al impuesto a las ganancias de capital y otras políticas podrían equipar mejor al sistema federal de impuestos sobre la renta para promover la equidad racial.
Las familias de color tienen más probabilidades de vivir en la pobreza en comparación con las familias blancas, dice. En 2022, el 23% de los nativos americanos, el 19% de los latinos, el 17 % de los afros y el 12% de los asiáticos vivían en la pobreza, en comparación con el 9% de los blancos.
En general, dice el documento, el impuesto sobre la renta individual es progresivo, lo que significa que las personas con ingresos más altos enfrentan tasas impositivas efectivas más altas. Esto funciona para reducir algunas de las brechas entre familias con ingresos bajos y altos.
Además, los aproximadamente $2 billones recaudados cada año de los impuestos federales sobre la renta de las personas individuales ayudan a financiar una red de seguridad social y programas de atención médica críticos que apoyan a los niños y las familias con bajos ingresos.
El gobierno federal también ofrece exenciones fiscales (o gastos fiscales) que ayudan a aliviar las desigualdades raciales entre las familias trabajadoras con ingresos más bajos, como el crédito fiscal por ingreso del trabajo (EITC) y el crédito fiscal por hijos (CTC).
Sin embargo, algunos gastos tributarios exacerban las desigualdades en materia de riqueza e ingresos. Por ejemplo, los ingresos provenientes de inversiones (como acciones, negocios o bienes raíces) generalmente se gravan a tasas más bajas que los ingresos provenientes de sueldos o salarios. Tasas preferenciales que benefician en desproporción a los contribuyentes blancos.
Las tasas impositivas más bajas para las ganancias de capital y los ahorros para la jubilación también benefician abrumadoramente a las familias blancas ricas, destaca la investigación del UI.